Las ignífugas son quizás las pinturas mas desconocidas que te puedes encontrar. Están denominadas como especiales porque han sido formuladas para un cometido en concreto: realizar una protección pasiva en estructuras metálicas ante el fuego.
Cuando se produce un incendio, las vigas y estructura de acero de un edificio o local, soportan altas temperatura que las pueden llevar a colapsar y provocar su derrumbe si no es sofocado rápidamente. La protección con este tipo de pinturas ignífugas es esencial para evitar su propagación y que el metal sufra estas consecuencias permitiendo a su vez que de tiempo a que lleguen los equipos de emergencias.
Ahora bien, hay que saber que existen dos denominaciones de pintura que protegen del fuego, las pinturas ignífugas y la pintura intumescente. La mas utilizada es la intumescente. Aún así te explicamos brevemente en que consiste cada una.
PINTURA IGNÍFUGA: Crea una película protectora alrededor de las vigas que evita la propagación de la llama.
PINTURA INTUMESCENTE: La pintura intumescente reacciona inflamándose cuando hay un aumento de temperatura. Al entrar en contacto con la llama desarrolla una capa gruesa de espuma que aísla la superficie aumentando el tiempo de exposición al fuego e incrementando el tiempo para la evacuación del lugar.
¿CÓMO APLICAR PINTURAS IGNÍFUGAS?
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Prepara la superficie:
Lo primero es asegurarte una limpieza exhaustiva de la superficie. Para ello moja un trapo con el BASLAC limpiador siliconas 70-10. A continuación frota por toda la zona metálica donde vayas a pintar. Repite tantas veces como sea necesario. Deja evaporar y seguidamente vuelca un poco de la DKOR Imprimación antioxidante en tono gris en un cubo de plástico con rejilla de 16L. Sumerge el rodillo de esmaltar velour y escurre el sobrante en la rejilla del cubo de plástico con rejilla de 16L. Realiza pasadas largas, asegurándote que la superficie esté cubierta. Deja secar durante 24 horas y, a continuación, abre el poro con el taco de esponja para lijar de grano medio.
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Pintar la superficie con pintura ignífuga o intumescente:
Lo recomendable es hacerlo mediante Airless pero también se puede hacer a brocha o rodillo. Pero antes de pintar debes saber el espesor de pintura que necesitas aplicar para que la superficie tenga la correcta estabilidad al fuego. Para ello:
- Tienes que CALCULAR LA MASIVIDAD de los perfiles o caras vistas expuestas al fuego de todas las vigas. La masividad es el resultado de dividir el perímetro de estas caras entre el mismo área de estas superficies a pintar. Cuanto mayor sea la cifra que te salga, mayor es el espesor de protección que necesitan estos perfiles.
- Con la masividad ya calculada, tienes que ir a las tablas de certificación de la pintura Intumescente (las puedes conseguir en la pagina web y fichas técnicas del fabricante de pintura). Ahí te indicará las micras requeridas para alcanzar la estabilidad al fuego exigida.
A continuación, vuelca un poco de la pintura Intumescente en un cubo de plástico con rejilla de 16L y sin diluir, sumerge la brocha prensada del tamaño 14. Escurre el sobrante en la rejilla del cubo de plástico con rejilla de 16L y aplica de forma generosa varias manos estirando las pasadas hasta llegar a las micras indicadas. Entre mano y mano espera entre 1-2 minutos. El secado total se realizará en 24-48 horas, dependiendo del grosor aplicado.
Una vez seco, hay que sellar el poro con la pintura multisuperficie DKOR esmalte acrílico al agua en tono mate. Vuelca un poco de esta pintura multisuperficie en el cubo de plástico con rejilla de 16L, sumerge la brocha prensada del número 14 y escurre el sobrante en la rejilla del cubo de plástico. Por último, aplica de forma generosa un par de manos hasta que el fondo esté totalmente cubierto, sin necesidad que tengas que esperar a que seque la primera mano para dar la siguiente.
Siguiendo estos sencillos pasos conseguirás la protección que necesitas en tus vigas contra el fuego y los incendios.
