Seguro que en casa de los abuelos, o incluso en casa de nuestros padres, les guste siempre acompañar la comida con vino y que suelen tirar esos tapones de corcho tan característicos de esta bebida.
Pues a partir de ahora vamos a aprovechar esos tapones de las botellas para crear unos bonitos barcos decorativos. Hay muchas formas de decorarlos, nosotros hemos seleccionado varios modelos, pero las posibilidades son infinitas.
Los materiales que necesitamos son: tapones de corcho, cartulinas blancas para decorar como más nos guste, palos de madera, cuerda, rotuladores base al agua, pintura base al agua, pinceles y cola blanca.
Lo primero que tenemos que hacer es unir los corchos con cola blanca, nosotros hemos utilizado de la marca Rayt. Una vez esté bien seco los pintamos con una pintura base al agua (Titán) ayudándonos de un pincel, ¡no metáis directamente los corchos en el bote de pintura!
Mientras esperamos a que se seque, empezamos a construir nuestra vela. En una cartulina blanca la dibujamos con rotuladores Uniposca, diseñándola como más os guste. Enganchamos la cartulina al palo de madera y lo pinchamos en el corcho. ¡Podemos dejar un poco separado el palo de la cartulina para que parezca que sopla el viento!
Por último, para darle un toque más real, enrollamos dos cuerdas de forma paralela en los corchos para simular la unión de los troncos. Si queréis también podéis pintar las cuerdas con rotuladores textiles setaskrib de Pebeo.
¿Fácil no? Ponlo en práctica estas vacaciones y diviértete.
